Ya que tenemos 2 eclipses en Marzo, uno total y otro parcial, hace de este mes, diría yo, una energía especial, importante, fuerte, intensa.

Los eclipses, son momentos de transformación profunda. A nivel astrológico, marcan finales y nuevos comienzos, obligándonos a mirar aquello que necesitamos soltar para avanzar. No siempre es fácil. A veces, nos aferramos a lo conocido por miedo al vacío, sin darnos cuenta de que la vida está esperando que soltemos lo viejo, para darnos algo mejor.

Cerrar un ciclo no es simplemente dejar atrás una relación, un trabajo o una etapa de vida. Es un proceso interno donde reconocemos que algo ya cumplió su propósito y elegimos conscientemente seguir adelante sin cargas emocionales. Es un acto de amor propio.

Cerrar un ciclo no significa olvidar, sino integrar lo vivido con gratitud. No significa que no dolerá, sino que comprendemos que aferrarnos al pasado nos impide recibir lo que viene.

Lo que ha estado en la sombra sale a la luz, lo que ya no resuena en nuestra vida tiende a desmoronarse. Puede ser una relación, una forma de pensar, una creencia limitante o incluso un estilo de vida que ya no nos representa.

Cerrar un ciclo no es perder, es hacer espacio. Es decirle al universo: confío en lo que viene.

La energía de los eclipses, nos recuerda que no estamos aquí para quedarnos atrapados en lo mismo, sino para evolucionar. Si sientes que la vida te está empujando a un cambio, escucha. A veces el soltar duele, pero duele más quedarse donde ya no pertenecemos.

✨ Todo final es, en realidad, un nuevo comienzo. ✨

Si quieres profundizar estos cambios, solo tienes que agendar una cita conmigo.

Hasta la próxima!